La luz azul emitida por las pantallas de dispositivos electrónicos como smartphones, tablets y televisiones, interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo de sueño y vigilia. Es recomendable reducir el uso de estos dispositivos al menos una hora antes de acostarse.
La cafeína es un estimulante que puede mantenernos alerta y dificultar el sueño. Se encuentra en el café, el té, las bebidas energéticas y algunos chocolates. Se recomienda evitar su consumo después de las 4 de la tarde.
El estrés crónico puede afectar el sueño de diversas maneras, como aumentar la ansiedad, la rumia mental y la tensión muscular. Es importante encontrar formas de manejar el estrés, como la meditación, el yoga o la actividad física regular.
La temperatura, la luz, el desorden y el ruido de la habitación pueden afectar la calidad del sueño. Lo ideal es que la habitación sea ordenada, oscura, fresca y silenciosa.
Dormir y despertarse a diferentes horas todos los días, incluso los fines de semana, puede afectar el ritmo circadiano (comunmente llamado reloj biológico) del cuerpo y dificultar el sueño. Es importante mantener un horario regular de sueño, incluso durante los días libres..
Establece un horario regular de sueño y respétalo.
Crea un ambiente adecuado para dormir: oscuro, fresco y silencioso.
Evita la cafeína y el alcohol antes de acostarte.
Realiza actividad física regular, pero no demasiado cerca de la hora de acostarte.
Relájate antes de dormir: toma un baño caliente, lee un libro o escucha música tranquila.
Si tienes problemas para dormir a pesar de seguir estos consejos, consulta con un médico para descartar posibles causas médicas.